jueves, 19 de marzo de 2009

Gogol Bordello, Gypsy Punks


Por Pablo Marín

Chernóbil 1986, una nube letal, altamente radioactiva, se propaga por la Unión Soviética, desatando un masivo desplazamiento. Evgeny Aleksandrovitch Nikolaev (Bojarka, Ukrania 1972), posteriormente Eugene Hütz, vocalista y líder de la agrupación Gogol Bordello, entonces de 14 años de edad se ve obligado a convertirse en desplazado y compartir con gente de diferentes lugares, tan lejanos y extraños que jamás imaginó, aprendiendo sus costumbres y religiones, comiendo su comida, compartiendo sus sueños e idiomas. Cabría preguntarse si nace desde aquí el carácter sincrético de la agrupación que después, mucho después, fundaría. Ya para los 90s sabía decir una que otra grosería en varios idiomas, como él mismo lo asegura en una entrevista para la revista Rolling Stones. Posteriormente, y con la caída de la cortina de hierro, sale al gran mundo en donde hay más gente, idiomas, colores, olores, religiones, sabores, en fin, es aquí donde se empieza a urdir esta colcha de retazos que es Gogol Bordello.

Para entonces nuestro personaje contaba con un amplio bagaje cultural, que sin duda, y con su llegada como inmigrante, claro está, a Nueva York (la receptora universal, la babel de cemento y acero) se enriquecería aun más; pero él, en vez de dejar que esto lo alejara del mundo o de otros mundos, fiel a si mismo, no hizo otra cosa que fundar en 1999 su banda. Una extraña mezcla que se denomina Gipsy-Punk, por un lado recordando esta costumbre nómada, por origen o por obligación, festiva, de gente común, que vive con poco, como muchos; y anarquista, básico, anti-todo y critico por otro. Y Hütz, es muestra fehaciente de esto, el no es precisamente un símbolo de sobriedad sobre el escenario y sintetiza en sus presentaciones todo lo consignado hasta aquí. Además, sus atuendos y comportamientos erráticos me recuerdan a Ian Anderson, multiinstrumentista, vocalista y líder de la agrupación británica Jethro Tull y a Sid Vicius, ícono del Punk y bajista de los Sex Pistols. Hütz y su gran bigote, sacado de una película de Gitanos y un estilo ecléctico muy neoyorquino para completar, es un poco de todo, tal como Gogol Bordello. Sin duda sus movimientos desacertados, voz de tarro y un pulido pero particular Ingles con acento ucraniano simboliza la esencia misma del grupo, punk, algo gitano, un poco gringo, un tanto de europeo, con una pizca de titanio pasado por el Wok y adobado con azafrán.

Gogol Bordello y su arsenal étnico.

Pamela Jintana Racine (gringa-tailandesa) y Elizabeth Sun (china-escocesa), coreografías, coros y percusión: ellas, de carnavalescas vestimentas, movimientos poco sutiles y despliegues de elasticidad, nos remiten a alguna hazaña digna del circo chino, una puesta en escena bien interesante, lejos de los convencionalismos a los que estamos tan acostumbrados. Los otros tan importantes pero no tan pintorescos integrantes que hacen parte o han pasado por el grupo son, Sergey Ryabtsev y Yuri Lemeshev, (violin y acordeón, Rusia), Oren Kaplan (guitarra, Israel), Thomas Gobena (bajo, Etiopía), Eliot Ferguson (percusión, Florida, USA), Pedro Erazo (percusión, Ecuador) y Stevhen Iancu (acordeón, Japonés-Rumano). Afortunadamente buscaron comunicar algo a pesar de las diferencias del lenguaje, la política o la religión, y se acordaron que ante todo son seres humanos, habitantes de la tierra. Que buen mensaje hoy en día en donde la polarización esta tan de moda y donde lo que importa es si sube o baja el precio del dólar, controlar a como de lugar el petróleo o si los bio-combustibles nos van a dejar sin arroz.

Dentro de las influencia musicales de Gogol Bordello están Mano negra, Emir Kusturica, Jimmi Hendrix, The clash, Rootsman, Parliament-Funkadelic, con lo cual es claro el por qué esta colcha de retazos cubre y abriga a tantos, y trasciende fronteras tan fácilmente. Es que es fácil reconocerse en este sancocho, nadando entre costillas, pollos y quien sabe que otras maravillas. Música del mundo, música que hace pensar y que hace bailar, a veces tribal a veces transgresora.

Me imagino entrando al Bordello, en alguna calle de Nueva York, donde encontraré los más extraños placeres traídos del más lejano oriente, o de las profundidades de la unión soviética, quien sabe; o tal vez una pereirana enrazada con vietnamita… eso, la madame universal que sacia nuestra sed, que nos da de comer el caldo de cultivo, la que nos complace.


Versión FN













Video "60 Revolutions" en vivo

2 Comentários:

Anónimo dijo...

Severo!!!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

DESCONOCIA UN POCO EL GRUPO...PERO ESTE ARTICULO DESPERTO MI INTERES Y MI CURIOSIDAD...BUENO MUY BUENO!!!!!

SOMOS MUCH@S MAS ANDIANDO,BUSCANDONOS CAMBIOS CONSTANTES....

Publicar un comentario

FALSONEGATIVO © 2008 Template by Dicas Blogger.

TOPO